Sor Isabel de Santo Domingo
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Historia y vida de Isabel de Santo Domingo.
25 de marzo de 1537 en Cardeñosa, Ávila – 13 de junio de 1623 en el Convento de San José, Ávila
Hija de “Juan Sedeño de Montalvo” y “María Vergas”, ambos de alto linaje. Tuvieron seis hijos; Isabel fue la menor de los hermanos y la más querida por su familia.
Queda huérfana de madre a los 4 años de edad y de padre a los 14 años de edad. Fue un tío suyo “Don Antonio de Vera y Bracamonte” quien ampara, protege y educa a Isabel en Ávila y junto a él permanece hasta que entra como religiosa.
Deseaba ingresar en el convento de las Franciscanas Descalzas de Madrid, pero un día fue confesada con “Fray Pedro de Alcántara”, quien este le guia hacia Santa Teresa de Jesús en agosto de 1560.
Ingresó en el convento de San José en Ávila (fundado por Santa Teresa de Jesús en 1562), convirtiéndose en la séptima monja de ese nuevo convento, en octubre de 1563, recibiendo así el nombre de Isabel de Santo Domingo. Tomó los hábitos el 4 de octubre de 1564 y profesó sus votos el 21 de octubre de 1565.
Cautivó tanto a Santa Teresa de Jesús, que esta la escogió y llevó consigo a las fundaciones de Toledo, Pastrana y Segovia, en las que dejó a Isabel como priora, nombrándola en Segovia como Vicaria General.
En Pastrana narra Santa Teresa de Jesús como Isabel de Santo Domingo supo atraer al Carmelo Descalzo a “Jerónimo Gracián Dantisco”; pero en Pastrana a pesar de su gran trato con la princesa de Éboli, a los cinco años tuvieron que emprender la retirada de toda la comunidad al recién fundado convento de Segovia en 1574.
Después de la muerte de Santa Teresa de Jesús (en Alba de Tormes en 1582), Sor Isabel de Santo Domingo, fue la fundadora del Carmelo de Zaragoza el 4 de agosto de 1588, acompañada del “Padre Juan de Jesús”. Allí permaneció durante diez años, de Zaragoza se fue como priora al Carmelo Descalzo de Ocaña en Toledo, más tarde de nuevo vuelve a Segovia y posteriormente regresa a su primer monasterio el de San José en Ávila, volviendo al cabo de aproximadamente treinta y cinco años y medio en 1604.
Muere en el convento de San José en Ávila el 13 de junio de 1623, viviendo hasta los 92 años de edad, muriendo después de haber podido celebrar la canonización de su tan amada Santa Teresa de Jesús el 12 de marzo de 1622.