El envenenamiento del Infante Alfonso de Castilla
Ocio, cultura y turismoHistoria de Cardeñosa
Historia de la muerte del Infante Alfonso de Castilla
Fecha muerte: 5 de julio de 1468, Cardeñosa (Ávila).
Alfonso era un infante de Castilla conocido como “Alfonso El Inocente”, hijo del rey Juan II de Castilla y de la reina Isabel de Portugal, hermano de Isabel I de Castilla conocida como “Isabel La Católica”, nació en el municipio vallisoletano de Tordesillas (17 de noviembre de 1453).
Alfonso fue uno de los protagonistas del conflicto por la sucesión de su medio hermano Enrique IV “El Impotente”, después que la Liga nobiliaria derrocara a Enrique del trono y proclamara rey de Castilla a Alfonso con tan solo 12 años de edad, con el nombre de Alfonso XII; este suceso fue denominado como “la farsa de Ávila”.
Estalló una guerra abierta entre partidarios de Enrique IV y Alfonso XII, que instaló su corte en la Villa de Arévalo. Durante tres años se dio la situación en Castilla de la coexistencia de dos reyes con sus respectivas cortes y con las ciudades divididas en su afiliación.
En agosto de 1467 se produjo una importante batalla en Olmedo, en la que ninguno de los bandos consiguió imponerse. Cuando el Rey Alfonso se dirigía al frente con su ejército para conquistar la plaza fuerte de Toledo, que había ocupado recientemente Enrique, pasaron por el pueblo de Cardeñosa (Ávila), donde Alfonso cenó una trucha del río Adaja en una posada local, que sita en la calle Carril 16. A raíz de ahí pasó varios días en la cama con fiebres elevadas hasta su muerte (5 de julio de 1468). Las especulaciones sobre un posible envenenamiento prendieron casi al momento por toda Castilla, diciendo que dicha trucha del río Adaja, estaba envenenada.
La anomalía de que hubiera dos reyes en Castilla solo podía acabar con la muerte de uno de ellos, haciendo muy tentador que alguien deslizara veneno en la comida del joven, dejando en el olvido al Infante Alfonso y su título de rey, ya que volvió a ser nombrado un Alfonso XII en siglo XIX. El máximo sospechoso era Juan Pacheco, el hacedor de reyes, que posteriormente no tuvo problemas en volver a servir bajo el mando de Enrique IV.
Enrique IV quedó como rey a partir de 1469 mientras que el título de heredero al trono pasó a ser disputado entre Juana la Beltraneja y la infanta Isabel, la hermanastra de Enrique IV de Castilla. El conflicto terminó dando lugar a la Guerra de Sucesión Castellana, en la que Isabel logró finalmente apoderarse del trono castellano-leonés.